Víctor Jara no solo se encargó de dejarnos un basto legado cultural y enigmático en el corazón y en la mente de toda Latinoamérica, sino que también se encargó de legarnos enseñanzas de vida, de muerte y del ardor que causa esta vida, esta maravillosa e inexplicable vida. Un claro ejemplo de esto último es la canción del álbum "el verso es una paloma" del año 1967, titulada "canción de cuna para un niño vago". Esta canción es crudísima, tan cruda como la muerte, pero a su vez contiene tanta belleza que causa en quien le escucha una sensación que obliga a su propia piel erizarse prontamente, exigiendo las lagrimas y la melancolía de quien oye atentamente, quien la percibe como propia.
La canción habla representando a la infancia sin amparo, hijos e hijas de la ciudad y del cemento, que andan caminando por entre las callejuelas sin destino alguno, buscando algo que beber, o algo para comer, siendo la luna testigo de todo aquello, más humana que la humanidad. Sí, la canción es así de cruda, pero la poesía tiene la capacidad de embellecer hasta lo más obscuro de la sociedad Chilena de entonces. La canción en si es un variopinto de poesía y otros elementos propios del mundo que nos rodea, pero que no todos presenciamos o logramos presenciar, pues nos encontramos absortos en nosotros mismos, o aislados en nuestro propio circulo y vivencia. Pero Víctor Jara sí lo logró, logrando a su vez proyectar y plasmar en unas delicadas líneas, en una hermosa melodía, la mayor de las verdades, aquello oculto tras nuestros ojos. Fácilmente podría ser considerada una obra maestra del querido Víctor Jara (se podría considerar una crítica bestial, a su vez, que no acepta excusas, pero esta canción va más allá y contempla algo más).
"Canción de cuna para un niño vago", así se llama esta obra, y qué buen conjunto de palabras, que buena poesía se escucha en cada verso. Gracias, querido Víctor, mil gracias.
Álbum: El verso es una paloma.
Título: Canción de cuna para un niño vago.
Autor: Víctor Jara.
Año: 1967.
(Letra)
La luna en el agua
Va por la ciudad.
Bajo el puente un niño
Sueña con volar.
La ciudad lo encierra,
Jaula de metal,
El niño envejece
Sin saber jugar.
Cuántos como tú vagarán,
El dinero es todo para amar,
Amargos los días
Si no hay.
Duérmete mi niño,
Nadie va a gritar,
La vida es tan dura,
Debes descansar.
Otros cuatro niños
Te van a abrigar,
La luna en el agua
Va por la ciudad.
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