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Mostrando entradas de noviembre, 2015

Primer microcuento

Antes que todo, quisiera explicar la belleza que aún no había visto de los microcuentos, o microrrelatos, o lo que sea escrito de manera breve. Sí, son realmente cortos todos ellos, pero la persona que los lee queda con una intención quizás inconsciente (y no en el sentido que le da Freud) de interpretar más allá de lo que se encuentra en él, cosa que por lo general no ocurre con escritos de mayor extensión. Por ende, estos textos participan y llegan de manera más fácil a lectores y lectoras, obligándolo así a realizar sus propias conclusiones, a generar un relato más extenso que el mismísimo microcuento que acaban de leer, y finalmente, analizarlo de manera más compleja. Es mi primero. Espero no haya aspereza en su recibimiento. Para finalizar, saludos cordiales a quien me lea. Compartir Ella me quería solo para sí. Hasta lo que escribía quería que solo fuese leído por sus minuciosos ojos. El día que publiqué, me cortó la tetilla derecha con un cuchillo. Yo no le dije nada, pues

Testigo

Las estrellas son curiosas, Brillan y centellean sin parar, Y una que otra vez son melosas, Ay que singularidad! Se entrometen por aquí, Se entrometen por allá, Es por eso que son tan difíciles de ignorar, Pues son personajes omnipresentes De esta porción de humanidad.

Por la paz y algo más

Hay muerte almacenada En ese artefacto de metal, Aún guardada para quien merezca el silencio. Ése es el trabajo de tal sortilegio, Su única labor en manos del hombre, El único trabajo a favor de la destrucción. Ay! Silenciemos al metal Para que no termine por silenciarnos a todos.

Aletargamiento

Las discusiones son parte formal de nuestra vida social, pues esto nos convierte en personas distintas, con distintas visiones de la vida y una amplia interpretación de nuestro propio entorno. Sin la transversal interpretación de la vida, que va desde los matices más obscuros, pasando por los opacos, hasta lograr llegar a lo claro y convincente, no podríamos esbozar y ver con nuestros propios ojos lo que significan ciertos asuntos, por muy vagos que parezcan. Es imprescindible, entonces, conocer y comprender todos los matices que nuestra especie nos ofrece, pues somos entes pensantes (quiéranlo o no), seres racionales, destinados a realizarnos preguntas e intentar responderlas (de una u otra manera) para así seguir caminando por la historia, y seguir escribiéndola juntos, pues el tiempo nunca se detiene. Hasta el ser más ignorante tiene derecho a todo esto. Pero, entonces, es justificable el abuso de todo lo anterior? Y la respuesta es tanto compleja como subjetiva. Las discusiones que